1. Nos saludamos efusivamente con las manos por algún complejo masculino que no logramos averiguar. A veces, incluso, nos cuesta incómodos malentendidos.

2. No nos basta con tener el garaje para el coche. Si no fuera por la falta de espacio, estaría en el salón con una mantita y le daríamos un beso de buenas noches.

3. No sólo podemos llorar con La vida es bella, sino también con Prácticamente magia de Sandra Bullock y Nicole Kidman.

4. La mayoría somos guitarristas de rock frustrados. Hacer un punteo con una raqueta o un jamón mientras escuchamos a Angus Young nos ayuda a sentirnos mejor. Eso sí, con el jamón te dejas la camiseta hecha unos zorros.

5. No nos gusta nada que, al estar afectados por la derrota de nuestro equipo de fútbol, , nos digan aquello de "pero si estos no te dan de comer...".

6. Si nos dais una crema para la cara que se debe poner una vez al día, es probable que nos la pongamos cien veces el primer día para no hacerlo los cien siguientes.

7. Pocas veces nos quedamos sin argumentos.

8. Intentamos evitar regalar flores porque es algo muy manido y preferimos construir nuestro propio regalo, como un cenicero hecho a mano. Al final, claro, volvemos a la idea de las flores.

9. Si para ir de un punto a otro hacemos un itinerario extrañísimo y ridículo, no es porque queramos pasar al lado de una chica que nos ha molado, sino porque queremos comprobar... eh... unas cosas.

10. ¿Aún queda una, no? Eh... Pocas veces nos quedamos sin argumentos.